La búsqueda de trabajo es uno de los primeros retos al comienzo de la vida laboral de una persona, y en la que los jóvenes solo encuentran salarios bajos para el papel que desempeñarán o un convenio de becario. Las mujeres, además, lo hacen sabiendo que tendrán menos acceso a los puestos de liderazgo y dirección y es que, a pesar de trabajar juntos, codo a codo, las mujeres tienen menos acceso a puestos directivos.
La Comisión Nacional del Mercado de Valores señala, en un informe en 2020, que las mujeres solo representan el 23,4% en los Consejos de Administración. De este modo, es la necesidad de alcanzar una igualdad en el sector laboral lo que genera e impulsa el liderazgo femenino, entendiendo por ello el liderazgo impulsado por mujeres.
Según indica el World Economic Forum, la igualdad está creciendo en la actualidad, pero ningún país en el mundo cumple al 100% con la tasa de igualdad. Para conseguir la equidad en los puestos directivos de las empresas, hay países que han implementado medidas como generar una meta aspiracional a la que las empresas deben llegar o el complain and explain con el que se exige a las empresas que den explicaciones acerca de todas las medidas tomadas en sus informes anuales. Las medidas que más se llevan a cabo son la exigencia de cuotas de equidad, dado que si la empresa no llega al porcentaje exigido será penalizada. Esta última medida está en funcionamiento en países como Francia, Alemania, Noruega o Italia.
A pesar de que a simple vista no encontramos diferencias, las mujeres encuentran obstáculos y barreras que no sufren los hombres a la hora de promocionar a puestos de liderazgo. Algunas de las barreras más comunes son las siguientes:
- Techo de cristal o barreras invisibles que provocan que las mujeres no puedan alcanzar ni optar a puestos directivos. Los estereotipos, el desconocimiento de los beneficios de la diversidad de género y la búsqueda de un sustituto con el perfil del anterior forman parte del techo de cristal.
- Síndrome de la impostora, mediante el cual la persona entiende que todos sus logros no se deben al trabajo y esfuerzo puesto en dicha acción, sino que son causa de la casualidad o la suerte. Lo que provoca una falta de confianza y aumenta la presión a la hora de trabajar.
- Old Boys club, un concepto que explica que en el entorno de los cargos más elevados se tiende a mentorizar, muchas veces de manera inconsciente, a sus iguales, que dado a la escasa cantidad de mujeres que se encuentran en dicho entorno, tienden a ser hombres.
- Precipicio de cristal. Consiste en dar una oportunidad a la mujer en una situación crítica cuando no existe margen para el error.
- Techo de cemento. En este caso son las barreras autoimpuestas por la propia persona la causa de las limitaciones.
Todo esto, sumado a la falta de liderazgo y la falta y necesidad de una masa crítica hace que no crezca la demanda. Así mismo, podemos encontrar otras barreras como son la educación, pues las mujeres están relacionadas mayoritariamente con carreras como ADE, educación, arte y humanidades; o la conciliación, ya que las mujeres dedican más tiempo al trabajo no remunerado.
Que existan puestos de liderazgo ocupados por mujeres y se cree una equidad en las capas altas de las empresas aporta beneficios como: atraer y retener en la empresa a los mejores trabajadores, ya que hay más personas entre las que elegir; mejora el acceso al mercado, dado que al haber mayor diversidad hay mejor respuesta; mejora la reputación de la empresa e incorpora nuevos perfiles y referentes, así como que se crea un efecto multiplicador de la diversidad tanto étnica o de edad.
Acciones por el liderazgo femenino
Organizaciones como Thirty percent coalition ponen en valor el liderazgo femenino y empresas como Hispasat fomentan los currículos ciegos, en los que no se muestra género ni imagen. Asimismo, la mentoría, o el compromiso con cazatalentos, que implica que existan mujeres en el proceso de selección de un candidato son otras opciones para apoyar el liderazgo femenino y acabar con la brecha de género en la empresa.
Por ello, es importante conocer las causas y consecuencias, así como los beneficios del liderazgo femenino, teniendo en cuenta la importancia de la integración de este junto con el liderazgo masculino. Esto supondrá un avance hacia la igualdad de oportunidades, y otorgará mayor eficacia a las empresas.
El espacio web Digitalízate de Fundae ofrece acceso el curso Activa el liderazgo femenino desarrollado por la Fundación Rafael del Pino. Se trata de un curso gratuito que tiene como objetivo proporcionar un marco analítico para entender las barreras a las que se enfrentan las mujeres en su camino hacia el liderazgo empresarial, así como suministrar herramientas para superar estas barreras.
Isabel Silla
Colaboradora de la Fundación Rafael del Pino
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