El término Big Data (macrodatos o datos masivos en español) hace referencia a conjuntos de datos cuyo gran tamaño, complejidad y rápido crecimiento dificultan su captura, gestión y análisis mediante aplicaciones convencionales de procesamiento de datos. El concepto, ya generalizado en español, más que referirse a la naturaleza de los datos se utiliza para referirse al análisis de estos datos para obtener resultados a través de los patrones observados en los mismos.
Su aplicación se ha generalizado en el ámbito de las empresas, que utilizan el análisis de los grandes volúmenes de datos que producen y capturan para distintos fines: para comprender mejor a los clientes, sus comportamientos y preferencias; para optimizar la cadena de suministro y las rutas de reparto; para mejorar la gestión de los recursos humanos…
También desde hace años se habla del Big Data como una de las principales tendencias que habrán de revolucionar el campo de la formación, especialmente en el ámbito de la teleformación. Los alumnos que utilizan plataformas de teleformación, navegan a través de los módulos y actividades que conforman los cursos dejando un volumen importante de datos de las interacciones que efectúan. El Big Data permite la recopilación de estos datos y su procesamiento para mejorar las estructuras y los contenidos de las acciones formativas a favor de los estudiantes.
Gracias al Big Data se podrán identificar patrones de comportamiento en los estilos de aprendizaje permitiendo así dotar de mayor adaptabilidad y personalización al proceso formativo. Por otro lado, podría ayudar a identificar cuáles son las pruebas de evaluación y los elementos comunicación más efectivos en los cursos online y así ayudar a desarrollar sistemas de evaluación y de interacción con los estudiantes más satisfactorios.
En el ámbito del empleo el Big Data, además de constituir un prometedor yacimiento de empleo para los próximos años como señala la Unión Europea, puede ayudar a comprender mejor cómo funcionan los mercados de trabajo, cuáles son las ocupaciones y competencias profesionales más demandadas y marcar las tendencias de evolución en los próximos años.
Big data y mercado de trabajo
Cedefop ha presentado, en su publicación The online job vacancy market in the EU, los primeros resultados del análisis de más de 30 millones de ofertas de empleo online. Estas ofertas, publicadas en la segunda mitad de 2018, proceden de siete países europeos cuyos mercados de trabajo suponen dos tercios del empleo de la UE: República Checa, Alemania, España, Francia, Irlanda, Italia y Reino Unido. Las ofertas se obtuvieron de varias fuentes: el 79 % de portales privados de búsqueda de empleo, el 15 % de portales públicos de empleo y el 6 % restante de otras fuentes como los periódicos digitales.
Para su análisis se utilizaron técnicas de Big data y machine learning (aprendizaje automático de máquinas) capaces de tratar grandes volúmenes de texto en diferentes idiomas para extraer y clasificar información de estas ofertas y hacerla susceptible de análisis. La metodología utilizada queda explicada en la publicación Online job vacancies and skills analysis. Estas técnicas, en combinación con la Clasificación Europea de Habilidades, Competencias, Cualificaciones y Ocupaciones (ESCO), se utilizaron para obtener información sobre las competencias profesionales solicitadas en las ofertas de empleo.
El análisis de la información ya recopilada, a falta de resultados detallados, nos indica cuáles son las principales ocupaciones que buscan los empleadores; las tres más demandadas, con casi tres millones de ofertas de empleo, son las de desarrolladores de software, asistentes de ventas y manipuladores de carga. Su importancia varía según el país, oscilando entre el 6 y 13% de todas las ofertas de trabajo online.
En cuanto a las competencias que los empleadores demandan a los solicitantes, el trabajo en equipo y la adaptación al cambio son las fundamentales. La adaptación al cambio es una habilidad que se exige en aproximadamente tres de cada cuatro ofertas de trabajo analizadas y el trabajo en equipo en dos de cada tres.
Otra de las conclusiones de la investigación es que las empresas no dudan en buscar fuera de sus fronteras nacionales el personal que necesitan. Este primer análisis señala que, por ejemplo, en Irlanda una de cada cuatro ofertas de trabajo publicadas se dirige a personas de otros países que buscan empleo en el extranjero.
Los resultados se presentan en la herramienta online de análisis de las competencias en las ofertas de empleo de Europa (Skills OVATE). La herramienta completa con la información de todos los Estados miembros de la UE se lanzará a finales de 2020, recogerá más ofertas de trabajo online y permitirá observar cómo evolucionan los empleos y la demanda de ocupaciones.
Big Data y formación para el empleo
La Fundación Estatal para la Formación en el Empleo (Fundae) está probando técnicas de Big Data para analizar los contenidos de los cursos de formación que desarrollan las empresas como formación bonificada, asumiendo que éstos suponen un buen indicador de las necesidades de las empresas.
Para planificar y diseñar programas de formación pública, a corto, mediano o largo plazo, es importante contar con información precisa sobre las necesidades de competencias de las empresas y cómo éstas están vinculadas a diferentes ocupaciones.
El sistema de clasificación de los cursos utilizado hasta ahora agrupa acciones formativas con contenido similar, que pueden presentarse para su financiación bajo diferentes nombres o modalidades de impartición, asociándolos a la Clasificación Nacional de Ocupaciones.
En 2015, por ejemplo, la formación programada por la empresa (cursos iniciados a instancia de la empresa y financiados por el Estado) supuso la impartición de 415.000 acciones formativas. Estas incluyen una amplia gama de habilidades que, bajo diferentes nombres, pueden ser similares en sus contenidos.
Las técnicas de Big Data utilizan métodos de aprendizaje automático y algoritmos para identificar patrones en el contenido de la acción formativa solicitada. Estás técnicas están arrojando resultados prometedores en términos de eficiencia y calidad de la oferta de formación y nos permitirán detectar aquellas acciones innovadoras que las empresas están desarrollando para dar respuesta a la adquisición de nuevas competencias profesionales que modifican el contenido de las ocupaciones existentes o que responden a las necesidades de nuevas ocupaciones.
Este sistema puede generar reglas de clasificación que se pueden aplicar a las actividades formativas, asignando a cada una de ellas la probabilidad de pertenecer a una categoría. El sistema es escalable en el tiempo, lo que permite la clasificación de acciones futuras y la identificación de nuevas tendencias.
Las técnicas de Big Data, si se combinan con métodos cualitativos y otras fuentes de datos, pueden respaldar sustancialmente la anticipación de las necesidades de competencias que precisan las empresas.
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