En la actual coyuntura económica, caracterizada por elevadas tasas de desempleo, muchas personas se acercan a los sistemas educativos y de formación para mejorar sus perspectivas de empleo. En este contexto, la eficiencia del gasto público en formación y educación constituye un elemento importante de la agenda política y social.
La medición de los resultados de los sistemas de educación y formación y la evaluación de la rentabilidad económica y social de las inversiones realizadas en dichos ámbitos, implican el establecimiento de una batería de indicadores que actúen como predictores de su calidad y resultados.
Uno de los objetivos del sistema educativo es dotar a las personas de las competencias necesarias para participar activamente en la sociedad. Pero, ¿podemos decir que existe un consenso sobre cuáles son las competencias necesarias? ¿Hasta qué punto las competencias clave son similares en todos los países y sectores? ¿Dispone la población adulta de las competencias adecuadas para adaptarse a los cambios que se producen? ¿Qué pueden hacer los sistemas de educación y formación al respecto?
Para dar respuesta a estas y otras muchas preguntas, la OCDE ha puesto en marcha una nueva iniciativa, el Programa Internacional para la Evaluación de Competencias de la Población Adulta PIAAC (Programme for the International Assessement of Adult Competencies), similar al conocido programa PISA pero dirigido a la población escolar de 15 años de edad.
PIAAC se ha materializado en una encuesta dirigida a la población de 16 a 65 años, Survey of Adult skills, con información relativa a 24 países, a los que se sumarán otros nueve en 2016 y cuyos primeros resultados se conocieron el 8 de octubre de 2013. En España ha sido realizada por el Instituto Nacional de Evaluación Educativa del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte en colaboración con el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) con el apoyo de la Fundación Tripartita.
La encuesta trata de conocer las capacidades de comprensión lectora, matemática y de resolución de problemas en entornos informatizados, aunque esta última habilidad no se ha evaluado en todos los países. Estas habilidades de procesamiento de la información son esenciales para el funcionamiento en el mundo actual, en el que miles de adultos las precisan en diversos momentos de su vida diaria: leen, se enfrentan a situaciones y representaciones de contenido matemático, y tratan de resolver problemas con el fin de lograr ciertos objetivos.
La mayoría de investigaciones anteriores medían el nivel de competencia de los adultos a través de las cualificaciones obtenidas o el número de años acumulados en educación y formación. Sin embargo, estas aproximaciones no tenían en cuenta las habilidades adquiridas finalizada la educación formal como tampoco contemplaban la pérdida de habilidades.
Sin embargo, PIAAC pretende no tanto mostrar el dominio de determinados contenidos (por ejemplo, el vocabulario o las operaciones aritméticas) o un conjunto de estrategias cognitivas, sino la capacidad de recurrir a estos contenidos y a esas estrategias para llevar a cabo con éxito tareas de procesamiento de información en una variedad de situaciones de la vida real.
Esta encuesta se presenta como una mejora significativa en la medición directa de las competencias de las personas adultas. Evalúa ciertas competencias indispensables (compresión lectora, matemáticas, resolución de problemas) y el uso de otras habilidades en el lugar de trabajo, recopilando también información sobre los antecedentes, los resultados, el contexto de desarrollo y la utilización de estas competencias. Además de ampliar la gama de capacidades evaluadas, PIAAC representa una innovación respecto a encuestas precedentes, ya que introduce la auto-valoración de las competencias utilizadas en el entorno laboral y la encuesta se realiza mediante el uso de ordenador.
Para saber más:
- Instituto Nacional de Evaluación Educativa. Informe español
- OCDE. Informe internacional con los primeros resultados (inglés, francés)
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