Crear más y mejores empleos es una prioridad clave de la Estrategia Europa 2020 de la Unión Europea. El objetivo es crear las condiciones necesarias para un crecimiento inteligente, sostenible e integrador pero, a pesar de que desde el año 2001 se han creado muchos puestos de trabajo en Europa, existe una preocupación creciente sobre la calidad de estos nuevos empleos.
Tomando como referencia las ocupaciones, el estudio Improving working conditions in occupations with multiple disadvantages (ver resumen en español) realizado por Eurofound (Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y de Trabajo), proporciona información sobre qué tipo de iniciativas y políticas se pueden poner en práctica para mejorar las condiciones laborales y hacer que el trabajo sea más sostenible[1]. Otro proyecto financiado por la UE, Work and life quality in new and growing jobs (WALQING), ha investigado las conexiones entre el crecimiento del empleo, la calidad del mismo y el bienestar del trabajador.
Ambos estudios se basan en datos de encuestas europeas (Encuesta Europea de Condiciones de Trabajo y Encuesta de Población Activa de la UE, entre otras) y, aunque tienen enfoques diferentes y no se han realizado en el mismo periodo[2], llegan a conclusiones similares.
El estudio de Eurofound analiza las condiciones laborales en las ocupaciones y mide la “calidad” de un empleo a partir de cuatro indicadores: salario, perspectivas profesionales, tiempo de trabajo y calidad intrínseca del trabajo. Una ocupación se considera “con múltiples desventajas” si tiene malas condiciones en tres de estos cuatro indicadores.
Los resultados del estudio confirman que existe una estrecha relación entre la calidad del trabajo y las competencias requeridas para llevar a cabo esos puestos, comprobándose que hay una clara concentración de ocupaciones con múltiples desventajas en trabajadores con cualificaciones medias y bajas de los sectores de servicios y manufacturero y en trabajadores sin cualificación de otros sectores. En concreto, el estudio cita las ocupaciones de cocineros, camareros, vendedores, cajeros y taquilleros, conductores, operadores de carretillas elevadoras y peones de la agricultura, silvicultura y pesca, como las que tienen el mayor número de indicadores como ocupaciones con múltiples desventajas.
Existen otras ocupaciones que presentan múltiples desventajas en muchos Estados miembros aunque no en todos: peones de la construcción, minería y manufactura, montadores, preparadores de comidas rápidas, recogedores de residuos, clasificadores de desechos, barrenderos y afines, empleados domésticos y limpiadores, así como algunas ocupaciones relacionadas con la industria de la alimentación, bebidas y tabaco, y de la madera, textil, confección, piel, cuero y calzado. Por ejemplo, según el estudio, un peón de la minería sería una ocupación con múltiples desventajas en Bulgaria, Chipre, Polonia, Portugal, Holanda, Grecia. Alemania y España (por diferentes motivos, según el país) pero no lo sería en la República Checa y Finlandia.
La mayoría de los trabajadores de estas ocupaciones con múltiples desventajas coinciden en que tienen bajos ingresos, la percepción de no ser bien pagados, contratos temporales o a tiempo parcial involuntarios, alto estrés laboral (baja autonomía y alta intensidad de trabajo), exposición a riesgos físicos o psicosociales y falta de formación proporcionada por el empleador.
El proyecto WALQING investigó los vínculos entre los puestos de trabajo nuevos y en expansión, sus condiciones de trabajo y los resultados más o menos favorables para la calidad del trabajo y el bienestar de los empleados. Identifica los sectores y puestos de trabajo que, estando en expansión entre los años 2000 y 2008, presentaban las peores condiciones de trabajo: limpieza, construcción, eliminación de residuos, cuidado de ancianos y hostelería. Los puestos de trabajo seleccionados fueron: recogedores de residuos, limpiadores de oficinas, obreros y operarios en la construcción «verde»[3], cuidadores de ancianos a domicilio y trabajadores de cocina en la hostelería.
Afirma que los puestos de trabajo en los sectores analizados se caracterizan por exigir gran flexibilidad y movilidad a los trabajadores, enfrentarse a presiones de costes tanto por parte de los empleadores como de los clientes y estar poco reconocidos y respetados a pesar de ser empleos que cubren necesidades básicas de los ciudadanos y contribuyen en gran medida a la calidad de vida de las sociedades europeas.
El proyecto prestó especial atención a los grupos vulnerables, como los inmigrantes y las minorías étnicas, ciertos grupos de mujeres y jóvenes y los trabajadores mayores. Los resultados muestran que aproximadamente la mitad de los 16,67 millones de nuevos puestos de trabajo creados entre 2000 y 2008 en la UE tiene unas condiciones de trabajo problemáticas. Salarios bajos, calidad de trabajo inferior a la media, tareas físicamente difíciles, contratos de corta duración y falta de perspectivas y de integración social son algunos de los desafíos a los que se enfrentan a menudo las personas que ocupan estos puestos de trabajo.
Mejorar las condiciones laborales
Ambos estudios proponen diferentes actuaciones que pueden mejorar las condiciones laborales en las ocupaciones con múltiples desventajas y destacan la necesidad de implantar medidas para crear trabajo decente (según la definición de OIT).
El estudio de Eurofound analiza las iniciativas puestas en marcha en los diferentes países. La mayoría de ellas son transversales y generalmente son medidas legislativas que afectan a toda la población (jornada laboral máxima o salario mínimo, por ejemplo). También ha encontrado medidas sectoriales, negociadas a través del diálogo social y en convenios colectivos, que establecen salarios mínimos por encima de la media nacional, compensan horarios de trabajo desfavorables o establecen condiciones mínimas de seguridad e higiene para un sector concreto. Por último, analiza algunas iniciativas que regulan las condiciones de ocupaciones concretas, aunque no son habituales, y considera positivo que las políticas tuvieran este enfoque para mejorar las condiciones laborales de ocupaciones concretas.
El proyecto WALQING concluye que es posible mejorar la calidad de los puestos de trabajo «adversos» a través de sistemas nacionales de empleo inclusivos, disposiciones relacionadas con el estado de bienestar y un eficaz diálogo social y derecho de participación de los trabajadores. Destaca que el sector público tiene un papel central y puede exigir unas condiciones laborales dignas a sus proveedores al ser un cliente importante de muchos de estos servicios. Las estrategias inteligentes de gestión y organización del trabajo también pueden hacer que los empleos sean más continuos y seguros y las nuevas tecnologías pueden aprovecharse para disminuir los riesgos de seguridad y salud laboral.
La situación en España
En España según la EPA (Trimestre IV-2015), hay aproximadamente 6 millones de asalariados – alrededor del 50% del total – que trabajan en las ocupaciones analizadas en el estudio realizado por Eurofound[4] y que, por tanto, podrían ser clasificadas como con múltiples desventajas. Parece necesario diseñar políticas y medidas que mejoren sus condiciones laborales, contribuyendo con ello a garantizar empleos y trabajos más sostenibles, y que tengan efectos positivos sobre la participación en el mercado laboral y en la productividad de las empresas.
Respecto a los nuevos empleos creados en España la situación no es mejor pues tras la crisis económica se ha producido una tendencia negativa en la calidad de los mismos, si utilizamos los indicadores del estudio WALQING. La creación de empleo en 2014 y 2015 ha tenido lugar, principalmente, a través de contratos temporales y a tiempo parcial. En 2015 los contratos temporales alcanzaron su máximo (17,07 millones) y los contratos por horas también marcaron su máximo (6,4 millones) de los que 5,7 millones eran temporales. Estos contratos, además, son de inferior duración, descendiendo de 79 días en 2006 a 53,4 en 2015; de hecho, los contratos de menor duración (siete días o menos) suponen ya el 25% del total.
Uno de los condicionantes que a menudo se encuentran estos trabajadores de ocupaciones con múltiples desventajas es la enorme dificultad de romper el círculo de alta intensidad laboral, baja cualificación, horarios que dificultan conciliar la vida familiar y profesional y, como consecuencia, la falta de perspectivas laborales que les permita mejorar su situación. Sin duda, la formación puede desempeñar un importante papel para mejorar sus perspectivas profesionales y su empleabilidad.
[1] Eurofound ya trata el tema de los empleos sostenibles en estudios anteriores. Los define como aquéllos empleos que pueden realizarse hasta la edad de jubilación en condiciones que permitan conservar la salud física y mental, motivación y productividad y conciliar la vida profesional y personal.
[2] El estudio de Eurofound se publicó a finales de 2015 y analiza la situación en los 28 Estados miembros. El proyecto WALQING se realizó entre 2009 y 2012 y en él participaron 11 países: Austria, Noruega, Lituania, Reino Unido, Bélgica, Alemania, Hungría, Italia, Bulgaria, Dinamarca y España.
[3] La construcción “verde” es aquella que se dedica a construir edificios ecológicos, limpios y sostenibles.
[4] El estudio no concreta qué ocupaciones serían consideradas ocupaciones con múltiples desventajas en España. Para esta estimación se han tenido en cuenta todas las ocupaciones que menciona el estudio de Eurofound, tanto a nivel general como las que se mencionan que pueden tener múltiples desventajas a nivel nacional.
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