España ocupa la novena posición en el Índice de la Economía y la Sociedad Digitales (DESI) 2021, que mide los resultados y avances en la digitalización de los 27 estados miembros de la UE, con un 57,4% frente a la media que se sitúa en 50,7%. El índice mide los avances en cuatro dimensiones: Capital humano, Conectividad, Integración de la tecnología digital y Servicios públicos digitales.
En lo que concierne al Capital humano (competencias digitales, titulados y especialistas en TIC) el 57 % de la población española tiene al menos competencias digitales básicas, justo por encima de la media de la Unión, pero aún lejos del objetivo de que el 80 % de la población europea tenga al menos estas competencias para 2030. Hay una estrecha relación entre esta carencia de habilidades digitales y el grado de empleabilidad y, por tanto, es fundamental promover la formación en competencias digitales.
En estos últimos años se ha evidenciado que la transformación digital de los procesos productivos y la recuperación de nuestra economía serían muy difíciles de conseguir sin el apoyo de una formación que cubra las cambiantes y crecientes necesidades de conocimiento y habilidades que se exigen a las personas trabajadoras.
La pandemia, y la consiguiente incertidumbre económica y social, han puesto a prueba tanto al sistema educativo como a la formación que se desarrolla en el ámbito laboral. El sistema de formación ha tenido capacidad de respuesta inmediata para hacer frente tanto a los cambios que se estaban produciendo como al esfuerzo que las instituciones públicas y las empresas les ha exigido.
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