Fundae participa como socio, por tercera vez, en un proyecto perteneciente a la iniciativa BUILD UP Skills respaldada por financiación procedente de tres programas europeos: Intelligent Energy Europe (2011-2014), Horizon 2020 (2015-2021) y LIFE (a partir de 2021).

En este último programa se integra el proyecto Construye 2030,  en el marco del subprograma Life Clean Energy Transition. En este proyecto participan, además de la Fundación Laboral de la Construcción, que lidera el proyecto, el Instituto de Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja (IETCC-CSIC) y la Fundación Estatal para la formación en el Empleo (Fundae) a los que se suman, el Green Building Council España y los agentes sociales del sector (Confederación Nacional de la Construcción, CCOO del Hábitat y UGT-FICA). El Instituto Nacional de las Cualificaciones participa en esta ocasión como entidad asociada.

Objetivos del proyecto

El objetivo general del proyecto es identificar las competencias esenciales para abordar la transición energética en la construcción y sensibilizar sobre la creación de edificaciones de consumo de energía nulo y la gestión eficiente de recursos. No solo implica una actualización de los resultados de proyectos anteriores, sino que se centra en respaldar al sector de la construcción para alcanzar los objetivos de la Agenda 2030 específicos para este ámbito.

Los objetivos concretos del proyecto son:

• Revitalización de la Plataforma Nacional de la Construcción.
• Actualización del Statu Quo sobre las necesidades formativas del sector.
• Elaboración de la Hoja de Ruta 2030 nacional de cualificaciones.

A través de BUILD UP Skills (2011-2012) se creó la Plataforma Nacional de la Construcción la cual va a revitalizarse en este nuevo proyecto Construye 2030, tomando el nombre de Red Construye e incorporando nuevos socios de referencia.

Actualización del Statu Quo

El Statu Quo sobre las necesidades formativas del sector, que ha sido actualizado durante el año 2023, prevé un crecimiento del empleo por lo que la necesidad de formar y actualizar las competencias de las personas trabajadoras es vital. Por otra parte, este se ve afectado por el relevo generacional con un 35 % de personas ocupadas con más de 50 años, especialmente concentradas en ocupaciones a pie de obra y con perfiles profesionales de oficios tradicionales.

Es preciso incorporar profesionales cualificados, ya que el número de titulados del sistema educativo es inferior al deseado; por ello se debe atraer al sector jóvenes, mujeres y personas trabajadoras de otros sectores.

Para anticipar las competencias necesarias para alinearse con los objetivos de la Agenda 2030 en materia de edificación, se han analizado la normativa, las fuentes estadísticas de referencia en cuanto a actividades de las empresas, así como las ocupaciones e innovación actual en el sector (empresas, materiales, procesos, procedimientos de trabajo y tecnología).

Mediante un trabajo de campo de carácter cualitativo (en el que han participado más de 30 expertos de diferentes ámbitos del sector) se ha valorado la relevancia e influencia de cada fase de una obra en el comportamiento eficiente del edificio asociando, posteriormente, las ocupaciones y los perfiles profesionales implicados en la eficiencia energética en dichas fases, así como las competencias necesarias relacionadas.

Se han detectado ocupaciones estrechamente relacionadas con la construcción sostenible de carácter más tradicional, así como las más relevantes en la actualidad. También se han detectado perfiles emergentes relacionados con los objetivos de la eficacia energética y las energías renovables tales como el Gestor/a de rehabilitación (del proceso energético) o el Gestor/a comunidades energéticas, conocedor de la normativa y capaz de agregar las demandas de rehabilitación de edificios a nivel de barrio.

Respecto a las competencias, estas son diversas; por ejemplo, a un instalador de domótica se le requerirá ajustar los diferentes parámetros de un contador inteligente o a un encargado de obra tener conocimientos, y aplicarlos, de economía circular. También se contemplan las competencias digitales, tanto transversales como específicas, como puede ser la utilización de nuevas herramientas digitales como las aplicaciones de BIM (Building Information Modeling).

Hoja de Ruta 2030

En estos momentos estamos inmersos en la elaboración de la Hoja de Ruta 2030, que recogerá las medidas para hacer frente a estas lagunas competenciales. Dicha hoja de ruta incluirá acciones, itinerarios y herramientas formativas dirigidas a cubrir las necesidades en áreas como la digitalización, los edificios inteligentes, los sistemas de calefacción y refrigeración y las evaluaciones del ciclo de vida del carbono. Todo ello dentro un plan específico que contempla su implementación progresiva hasta el año 2030.

Además, se marcará el rumbo para superar las barreras detectadas en el Statu Quo para dicha implementación y se definirán los actores y recursos necesarios, junto con las medidas de acompañamiento, para garantizar el éxito de este proceso.

Todo ello con el apoyo y compromiso de los actores, tanto públicos como privados, relevantes para la adopción e incorporación de esta hoja de ruta en los planes de formación. Se contará con la validación por parte de las instituciones y su traducción en un plan con acciones específicas por cada una de las organizaciones.