Hoy, cuando se siente a ver un espacio de televisión, es probable que inicie sesión en su plataforma de televisión favorita y que busque por varias categorías y recomendaciones hasta que encuentre algo que quiera ver. Tal vez haya visto episodios anteriores y esté buscando en dónde lo dejó, o tal vez quiera empezar a ver algo distinto y completamente nuevo. Es posible que esté viendo el programa en una pantalla de televisión pero, si no está en su casa, probablemente esté usando una tablet o móvil para verlo. Da igual el tipo de dispositivo, usted tiene el control: puede elegir, pausar la visualización y continuarla, cuando lo desee y desde donde desee.

Esta evolución del comportamiento de los consumidores no se limita al ocio sino que también ha cambiado su relación con otros sectores, incluido el del aprendizaje y la enseñanza. Actualmente los ciudadanos adoptan nuevas formas de consumo de los medios de comunicación que se han actualizado por los cambios significativos introducidos por el COVID-19. En el mundo laboral el aprendizaje del uso de nuevas tecnologías no ha cambiado, por lo que es necesario cambiar su enfoque para satisfacer las necesidades de los individuos, independientemente de la situación laboral en la que se encuentren: buscando su primer trabajo o uno nuevo o tratando de progresar en su carrera profesional.

El aula “líquida”

Durante los últimos años hemos visto grandes tendencias en el entorno de aprendizaje de nuevas tecnologías: modelos de suscripción, plataformas de contenidos formativos digitales, aprendizaje social, sesiones virtuales y el acceso más inmediato a expertos y contenidos más modulares. Es cierto que nuestra pertenencia al mundo de los proveedores de software nos permite observar el avance de estas tendencias de una forma más cercana; sin embargo, la pandemia mundial actual ha acelerado y ha puesto de relieve la existencia de estas tendencias. Como resultado del COVID, la experiencia tradicional en el aula física se ha transformado y es poco probable que volvamos a la misma; se fue para volver de forma excepcional o transformada.

No olvidemos el pasado reciente en el que viajábamos para participar en un evento de formación de varios días. Hoy el aprendizaje permite una experiencia más flexible y focalizada que se adapta mejor al trabajo diario y a la vida privada, como lo hace el teletrabajo.

La fragmentación del aprendizaje, descomponiendo la formación en piezas más pequeñas llamadas píldoras, se incorpora cada vez más al sector de la formación, ya que las sesiones de formación de un día completo no siempre son el formato de aprendizaje más eficaz para todos. Al igual que en la selección y visualización de un programa de televisión, hoy el alumno puede elegir la formación relevante que desea y completarla a la velocidad que mejor se ajuste a sus necesidades. Combinando la formación virtual y la presencial dirigida por un formador con el estudio personal, las empresas pueden alcanzar los objetivos de aprendizaje en un plazo objetivo, al tiempo que adaptan las preferencias de aprendizaje individuales a las circunstancias actuales, como son los desafíos que plantea el COVID.

Las empresas de software, no ajenas a esta realidad, han ido transformando sus ofertas de formación a lo largo de los últimos cinco años, lo que ha permitido un ajuste más rápido a los cambios en las condiciones de aprendizaje que ha traído consigo la pandemia. Sin embargo, el impacto repentino ha actuado como una prueba de estrés y nos ha proporcionado nueva información estratégica sobre en qué aspectos la innovación agrega valor y nos hace replanteamos constantemente cómo podemos ayudar a nuestros estudiantes a aprender mejor.

Aunque no volveremos al mismo nivel de la experiencia tradicional en el aula, el elemento humano del aprendizaje sigue siendo absolutamente crítico. Las aulas virtuales interactivas, así como el aprendizaje colaborativo y entre pares y las simulaciones son solo algunas de las maneras de mejorar la enseñanza y de hacerla más flexible para optimizar la experiencia de cada participante en el proceso formativo.

El inminente futuro

Para el futuro inmediato posterior a la pandemia, predecimos que persistirá la necesidad de capacitar en conocimiento y habilidades, cada vez más en formatos virtuales y digitales. La velocidad de la innovación está aumentando y el aprendizaje en tecnologías debe realizarse rápida y eficazmente para que los estudiantes puedan asimilarlo de una manera que realmente genere valor.

Como señaló un informe de Tomas Chamorro-Premuzic y Josh Bersin en la Harvard Business Review: “El mayor impulsor del impacto empresarial es la fortaleza de la cultura de aprendizaje de una organización”. La tecnología está transformando todos los sectores y áreas de la vida, y el trabajo no es una excepción. Una de las principales implicaciones profesionales de la revolución digital es un cambio en la demanda de talento profesional. Por ejemplo, el informe anual de LinkedIn sobre las habilidades que necesitan las empresas muestra que la mitad de las competencias profesionales más demandadas hoy ni siquiera figuraban en la lista hace tres años.

Esta nueva forma de aprendizaje es posible y, como señala McKinsey & Company, la necesidad de invertir en formación “nunca ha sido tan insistente”. La pandemia mundial ha vuelto a poner el foco en la necesidad preexistente de recualificarse, al tiempo que permite repensar formas específicas en las que los diferentes alumnos absorben y aplican mejor nuevas capacidades e información.

A medida que evoluciona la forma en que las personas prefieren consumir información y aprender y a medida que nuevos desafíos, como la pandemia, cambian aún más la forma en que aprendemos, las funcionalidades de los medios de aprendizaje evolucionarán con el objetivo de ayudar a las empresas a lograr el éxito y el impacto de sus negocios. Entre estas nuevas funcionalidades estarían una mejor medición del impacto del aprendizaje en el desempeño profesional y de la satisfacción con la formación, la inclusión de ayudas contextuales en una multitud de idiomas para llegar a todos los trabajadores, así como un diseño de la experiencia de usuario que les haga sentir igual que delante de su televisor, tablet o móvil.

Hector Puyol
Responsable de localización productos RR.HH
Globalization Services en SAP SuccessFactors