En América Latina y el Caribe la certificación de competencias adquiridas como resultado de la experiencia ha sido un factor clave en las políticas de empleo y formación en los últimos 40 años. En el Seminario Internacional sobre reconocimiento y certificación de competencias laborales, organizado por el INFOTEP en octubre de 2015, surgió la iniciativa de conformar una Red de certificación de competencias con el objetivo de compartir conocimiento (guías, manuales y herramientas…) y difundir las experiencias prácticas de las instituciones participantes.
Representantes de 27 instituciones de formación profesional – provenientes de 17 países – con experiencia en el reconocimiento y certificación de competencias laborales, participaron en el II Encuentro de la Red de certificación de competencias celebrado el 28 de marzo de 2017 en Santiago de Chile. El encuentro fue organizado por el Centro Interamericano para el Desarrollo del Conocimiento en la Formación Profesional de la OIT (OIT/Cinterfor), con el apoyo de ChileValora y OIT Cono Sur. Chile, Argentina, Costa Rica, Uruguay, República Dominicana, Guatemala, Brasil y México presentaron algunos datos para la reflexión, experiencias de éxito y algunas buenas prácticas y nuestra fundación participó con la ponencia Validación en España en el contexto europeo.
¿Por qué reconocer y acreditar competencias?
Todos los participantes constataron que el reconocimiento y acreditación de las competencias adquiridas por la experiencia laboral o por vías no formales es una respuesta adecuada para: reducir el desempleo; mejorar el ajuste de competencias (un altísimo porcentaje de los empleadores manifiesta tener dificultades para encontrar empleados con las habilidades adecuadas); facilitar la inclusión social y mejorar el desarrollo personal. Además, juega un importante papel para responder a algunos desafíos sectoriales y a la migración de trabajadores, cada día mayor en algunos de los países participantes.
Certificación y migración de trabajadores
Ante el constante crecimiento de la migración de trabajadores entre países, Conrado Reinke, del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de Argentina, planteó la necesidad de acuerdos de homologación binacionales o plurinacionales de los Sistemas Nacionales de Certificación de Competencias Laborales, que les permita valorizar internacionalmente sus competencias laborales para facilitar su integración y desarrollo en el mercado laboral del país de destino. Explicó que el acuerdo de homologación Argentina-Chile, para facilitar la circulación de los trabajadores de ambos países, está muy avanzado y que se realiza bajo el acompañamiento y asistencia técnica y financiera de OIT/Cinterfor.
Minor Rodriguez, del Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) de Costa Rica, explicó que con el apoyo de OIT/Cinterfor se están estableciendo estándares mínimos para lograr la homologación y certificación de competencias en la región Centroamericana (Centroamérica y República Dominicana) y que están trabajando de manera conjunta para establecer programas de cooperación e intercambio técnico, creando vínculos de cooperación técnica y formación profesional entre las instituciones.
Gobernanza tripartita y participación de los interlocutores sociales
Se resaltó la importancia del diálogo social y de los modelos de gobernanza tripartita (en los que participan activamente los interlocutores sociales), implantados y consolidados en la mayoría de los países participantes. Estos modelos contribuyen a lograr instituciones más consolidadas y próximas al tejido productivo, propician más y mejores avances legislativos, facilitan la extensión de los procesos de validación a más sectores, empresas y trabajadores y mejoran la confianza y aceptación de las validaciones a través de la interacción de sus participantes.
Ximena Concha, de ChileValora, recalcó que «la Gobernanza tripartita es clave para asegurar pertinencia; las instancias privilegiadas de diálogo social tripartito activan la demanda por certificación y aseguran la pertinencia del catálogo de competencias, planes formativos y rutas formativo-laborales a las demandas del mundo productivo«. En Europa, sin embargo, se constata una menor participación de los interlocutores sociales y de la sociedad civil; en las conclusiones de la actualización del Inventario Europeo de validación 2016 se recomienda que «para fomentar la confianza y hacer de la validación una vía aceptada para la obtención de títulos, los interlocutores sociales y especialmente los empleadores deben participar en el diseño e implementación de prácticas de validación».
Gustavo Gándara y Raúl Massarini del bipartito Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (IERIC) de Argentina, entidad pública no estatal que tiene como finalidad la formación laboral en la industria de la construcción, expusieron los logros de esta entidad que expidió 105.764 certificaciones de habilidades (en el período 2006-2016) en las distintas especialidades. Además inscriben y llevan registro de empleadores y acreditan mediante una tarjeta con chip la vida laboral de los trabajadores (373.583 registrados); también fiscalizan el cumplimiento de las leyes en cuanto a controles de obra, verificación de documentación, libros de las empresas y acciones preventivas y tiene capacidad sancionadora independiente de la administración
Prospección de necesidades y anticipación a temas emergentes
Alberto Almaguer, del Consejo Nacional de Normalización y Certificación de Competencias Laborales (CONOCER) de México, trabaja con los agentes sociales en proyectos estratégicos e integrales para conseguir un turismo sostenible en grandes empresas y pymes con muy buenos resultados tanto ambientales (reducción del consumo de agua y energía y del uso de productos químicos, recuperación de residuos…), como económicos. El desafío es mejorar mediante la certificación de competencias las cualificaciones y las condiciones laborales del 25% de la población ocupada de México que trabaja en el turismo y el comercio al por menor, con un alto grado de informalidad (cerca del 70%) y muy baja productividad. El INA de Costa Rica también está realizando una prospección de necesidades en empleos verdes
Claudia Valdez, del Instituto Técnico de Capacitación y Productividad (INTECAP) de Guatemala, relató que tras investigaciones y estudios prospectivos han identificado las tendencias en tecnologías, metodologías y técnicas de la formación profesional, en las que van a centrar su actividad. Los objetivos, principalmente dirigidos a los jóvenes que se incorporarán al mercado laboral, son apoyar el dominio de las tecnologías de la información, la formación técnica en idiomas para el trabajo y el emprendimiento. Han constatado que la empleabilidad en TIC depende de la Certificación internacional del fabricante y no de títulos propios. Los Centros TICS de INTECAP capacitan y certifican en la utilización efectiva de software y hardware en cinco especialidades (Diseño web, Bases de datos, Desarrollo de aplicaciones, Redes y Animación) mediante acuerdos con el sector productivo y con los principales fabricantes de tecnología (Adobe, Cisco, Dell, Oracle, IBM, Microsoft, SAP…). INTECAP ha realizado importantes inversiones y actualmente ya cuenta con infraestructura y equipo óptimo en todas las regiones del país así como con convenios oficiales con los fabricantes y con un Centro de certificación Pearson Vue y Certiport.
Algunos retos y desafíos
A lo largo del encuentro se destacaron algunos retos a los que se enfrentan los sistemas de reconocimiento y acreditación de competencias:
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Es necesario dar prioridad a las acciones de prospección y anticipación de necesidades de competencias futuras para tener un conocimiento preciso y actualizado de las que requiere el mercado laboral que permita mejorar el diseño y planificación de la oferta formativa.
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Existen muchas dificultades para llegar a los colectivos desfavorecidos por lo que hay que fomentar la orientación y el asesoramiento. Una mejor comprensión de los beneficios individuales de la validación facilitará también la participación de los grupos desfavorecidos en los procesos de validación.
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Es imprescindible contar con asesores, orientadores y evaluadores capacitados y preparados para atender las necesidades de un conjunto diverso de individuos, y que trabajen en un sistema coherente. Muchos países no tienen requisitos obligatorios para estos perfiles. La información, la orientación y el asesoramiento deben ser facilitados localmente, cerca de donde las personas trabajan y viven. Deben adaptarse a los grupos específicos y, al mismo tiempo, trabajar en conexión con otras estructuras nacionales e internacionales
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El respaldo político al perfeccionamiento de los adultos y a la integración de migrantes debe traducirse en mayores recursos humanos y financieros destinados a su implementación.
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Hay disposiciones en vigor en todos los países pero, en la mayoría, los acuerdos sólo abarcan a algunos sectores. Habría que asegurar la existencia de una estrategia nacional en la que se establezcan acuerdos de validación más completos y coordinados, cubriendo la pluralidad de sectores y contextos donde se produce el aprendizaje.
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Es necesario el fortalecimiento y el desarrollo de los Marcos Nacionales de las Cualificaciones ya que relacionan las formas de aprendizaje no formal e informal con las cualificaciones formales, contribuyendo a que todo aprendizaje sea valioso, independientemente de cómo se haya adquirido.
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No hay información del impacto de los resultados de la validación. Conocer estos beneficios ayudará a involucrar a los empleadores y a los interlocutores sociales por lo que es imprescindible la recopilación de información adecuada para profundizar en la comprensión de la eficiencia y efectividad de la validación.
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