Las grandes economías, y las que aspiran a serlo, tienen claro que deben dotarse de un capital humano con las competencias y aptitudes necesarias para hacer frente a los desafíos que nos depara la globalización, la digitalización o el envejecimiento de la población. ¿Cómo podemos valorar el comportamiento de cada país respecto a la formación y disponibilidad de mano de obra cualificada y ajustada a las demandas del sector productivo? El nuevo Índice Europeo de Habilidades (European Skills Index – ESI), presentado por Cedefop en Bruselas el pasado 27 de septiembre, pretende responder a esta pregunta.
Viene a complementar otros indicadores con los que la Comisión Europea supervisa el progreso de los países en los ámbitos de la política económica y social como, por ejemplo, el Cuadro de Indicadores Sociales (Social scoreboard) que apoya el Pilar Europeo de Derechos Sociales.
El ESI expresa en un único valor numérico cómo se comporta cada Estado miembro de la Unión Europea (UE) respecto a los componentes que conforman el sistema de competencias/habilidades de un país. En definitiva, mide la eficacia de los sistemas de formación y de desarrollo de las capacidades en los Estados miembros de la UE para crear más empleos y apoyar un crecimiento inclusivo y sostenible, permitiendo realizar comparaciones entre los distintos Estados miembros identificando, además, el margen de mejora y los aspectos a perfeccionar, lo que lo convierte también en una herramienta de investigación. Sigue leyendo