La Ley 30/2015, que regula el sistema de formación profesional para el empleo, establece que la formación programada por las empresas deberá guardar relación con la actividad empresarial y adecuarse a las necesidades formativas de aquellas y sus trabajadores.
Uno de los controles que se realiza para comprobar que esta formación cumple con sus objetivos es la evaluación de la satisfacción de los alumnos mediante el análisis de los datos obtenidos a través del cuestionario de evaluación de calidad de las acciones formativas para el empleo, que está regulado en la Resolución de 27 de abril de 2009 del Servicio Público de Empleo Estatal.
Este cuestionario, que cumplimentan los participantes al finalizar la acción formativa facilitada por su empresa, recoge diferentes aspectos ligados tanto a la organización y desarrollo de la formación como al cumplimiento de sus expectativas profesionales y personales. Sigue leyendo